Atras

No recuerdo cuándo comenzó a grabarse ni cuando se terminó, entre otras cosas porque de pronto apareció en un rincón de la pc un dia cualquiera que  no buscaba nada.

La mas clara motivación que generó este eco fué la ineludible sensación de ser múltiple, de despertar cada día en un lugar y una vida distintas, en la maravillosa capacidad de visualizar infinitamente la realidad que posee la conciencia cuando se libera de sus ataduras. Y claro, porque no? de la fruiciosa espera de quienes despertaron, de todos aquellos que ya saben que no son, por el bendito dia en que la gran mente asimile todas las conciencias y la paz vuelva a todos los reinos cerrandose los millones de ojos del que es y no es uno.

En este disco tambien colaboraron invaluablemente Eduardo Peloche, Pablo Galarza y Javier Meyer. Y por supuesto el señor de las moscas, el  innumerable, y su séquito de egos hambrientos.